jueves, 23 de julio de 2009

Obsesión 6 – La lluvia

La lluvia borra la maldad
y lava todas las heridas de tu alma,
este agua lleva en sí
la fuerza del fuego,
la voz que responde por tí por mí...
y esto será siempre así,
quedándote o yéndote.

(De la canción “Quedándote o yéndote”, de
Luis Alberto Spinetta)



(cantando bajito: A mí la lluvia, a mí la lluvia, no me inspira...)

3… 2… 1…
¡Aire!

Hoy se me mojan las ideas con la lluvia de toda esta semana. No puedo sino escribir, esta vez, con el arrullo de las gotas bailando sobre el techo de mi casa.

Existen, en muchas expresiones artísticas, reflexiones sobre la lluvia. Muchas, y algunas muy buenas. Hay cientos de refranes y proverbios que se centran en la lluvia como concepto simbólico o tan sólo la describen. También existen descripciones de hechos a los que la lluvia ha modificado o en los que ha tenido un papel preponderante. Inclusive hay obras, como el poema que les dejo mas abajo, que hacen con el objeto que se enuncia, un surco de perfección entre todo lo escrito hasta ese momento. Se me ocurre que, si la lluvia es perfecta, lo es desde este poema de Garcia Lorca.

Pero hoy elijo, como se elije una lata en una góndola, para abrirles esta puerta a mis consideraciones, la introducción de este elemento narrativo que hace Paul Thomas Anderson cuando, en su película “Magnolia”, decide cortar el relato de manera shockeante y hace llover sapos como una plaga desde el cielo. Esto rompe en la vida de los personajes y su llana existencia, genera extrañamiento y conmoción en un lugar donde habitualmente no pasa nada fuera de lo común.

Toda la semana llovió por estos pagos. Eso cambia la agenda de todos, menos la de los enamorados. Son los únicos que no se acobardan (Como dice
Silvio Rodríguez en su canción Óleo de mujer con sombrero: “...la cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes”) porque llevan un escudo y una armadura mas resistente que cualquier otra, que los protege de todo mal: Llevan el amor en el cuerpo y el alma, y el deseo les calienta el pecho.

Quienes aportan el mejor tema sobre como opera la lluvia sobre unos y otros, a mi juicio, son los
Beatles, en su canción “Rain”, primer canción en incluir voces al revés, grabada como lado B del single Paperback Writer, en las sesiones de Revolver (No siendo incluida ninguna de las dos en ese album).

Aquí les dejo la letra y un link para que vean a estos semidioses de la música en el contexto de uno de los primeros videoclips que se hicieron (formato cuya existencia es también atribuible a los Fab Four de Liverpool).

Rain

If the rain comes they run and hide their heads.

They might as well be dead.
If the rain comes, if the rain comes.
When the sun shines they slip into the shade
(When the sun shines down.)
And drink their lemonade.
(When the sun shines down.)
When the sun shines, when the sun shines.
Rain, I don't mind.
Shine, the weather's fine.
I can show you that when it starts to rain,
(When the sun shines down.)
Everything's the same.
(When the sun shines down.)
I can show you, I can show you.
Rain, I don't mind.
Shine, the weather's fine.
Can you hear me, can you hear me?
If the rain comes they run and hide their heads.
sdaeh rieht edih dna nur yeht semoc niar eht fI.
(Rain)
naiR.
(Rain)
enihsnuS.

http://www.youtube.com/watch?v=U2N2tymDcFo&feature=related



y, como broche de oro, les dejo lo mencionado arriba :


LLUVIA
de Federico García Lorca.


La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto.
La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacífica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!

Bueno, espero que disfruten de la lluvia de cualquier modo.

Puedo sugerirles una buena película, una buena compañía o una buena siesta. (incluso pueden acomodar las tres a piacere y disfrutar del combo)

Hasta la próxima semana (No se suspende por lluvia)

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